Por Olympics
/ Foto EU
Parecía difícil encontrar el límite de Yulimar Rojas. Y por resultados esta semana, aparentemente no los tiene. En el Mundial de Atletismo Budapest 2023 consiguió el séptimo título mundial de su carrera, pero quizás el más sufrido.
Si bien en Tokio 2020 la venezolana esperó al último salto para batir por primera vez el récord del mundo, esta vez tuvo que esperar al sexto salto para alzarse con la medalla de oro… e incluso con un lugar en el podio.
Rojas, que ha ganado todas las competiciones en las que ha participado desde hace más de dos años, sigue su racha invicta en grandes competiciones. Ha subido al podio en todos los Juegos Olímpicos en los que ha participado y ha ganado el oro en todos los Mundiales en los que ha competido en categoría absoluta, entre otros.
Sin embargo, cuando Yulimar Rojas celebró el título en Budapest este 25 de agosto, no lo hizo solo con la alegría que la caracteriza, sino también con rabia.
Y las gradas la acompañaron. Porque de un momento a otro parecía que la mayor certeza del triple salto femenino en los últimos años no iba a suceder: ¿Iba Yulimar Rojas a quedarse fuera del podio en el Mundial? El ambiente parecía contener este interrogante. La venezolana también lo tenía dentro.
SEGUNDO A SEGUNDO
Por eso, cuando se consumó su victoria, tras un salto de 15,08 metros (cuando su récord del mundo es de 15.74 metros), ella saltó por la pista mientras que las banderas venezolanas saltaban en las gradas.
La certeza sigue siendo la misma: Yulimar Rojas es la reina del triple salto. La ucraniana Maryna Bekh-Romanchuk, vigente campeona de Europa y medallista de plata en el Mundial 2019, logró 15 metros en su primer salto que le dieron la plata, mientras que la cubana Leyanis Pérez, con una marca de 14,96 también lograda en su primer salto fue bronce y mejoró el cuarto puesto en Oregón 2022.
Su compatriota Liadagmis Povea, que fue esta temporada bajo techo fue la líder del año 2023, fue sexta, publicó olympics.com.
¿Qué pasó en la final de triple salto en el Mundial de Atletismo 2023?
Rojas se presentó con un solo de guitarra en el aire en el estadio de Budapest. Siguió con su visualización en cada salto, animándose a sí misma, pidiendo que las palmas del público le dieran tempo.
Los rituales de Yulimar Rojas no faltaron. Y pareció quedarse en el ambiente ese ritmo de rock and roll que podría haber sido perfectamente un remix entre ‘We Will Rock’ y ‘We Are The Champions’. De Queen a la queen del triple salto.
Porque de empezar como una estrella de rock en su presentación, Rojas ha acabado la jornada como campeona, y como lo que es, una estrella del atletismo.
Sin embargo, todo lo que hubo entre el rock y el oro fue algo que pocos se esperaban: sufrimiento. Rojas parecía no ser Rojas al comienzo de la competición, con un primer salto nulo, un segundo de 14,33 metros y un tercero de 14,26. En una final en la que el primer salto de la ucraniana Maryna Bekh-Romanchuk fue de 15 metros, el precio de las medallas iba a ser caro.
Rojas clasificó entre las ocho mejores tras los tres primeros saltos como última clasificada, y teniendo en cuenta que Tori Franklin (Estados Unidos), que fue medallista de bronce en el Mundial de Oregón 2022, se retiró antes de disputar la final por una lesión en el calentamiento.
EL TÍTULO EN JUEGO A UN SALTO
El cuarto y el quinto salto de Rojas tampoco invitaban al optimismo, con dos nuevos nulos.
Fue en el último cuando por fin se encontró a sí misma: saltó los 15,08 metros para asegurarse la medalla de oro. Algo que, al haber entrado la última al corte, no lo sabía. Tenía que ver cómo todas sus competidoras tenían una última oportunidad.
De ahí que la incertidumbre durara más de lo esperado y que Rojas estallara en júbilo en su celebración. Ninguna superó su marca y fue, de nuevo, campeona del mundo. Eso sí que no cambia.