Por Luis Tovías Baciao
/ Foto FarmaTopVentas
No resulta extraño que a pesar de la aparente gran cantidad de información en los medios de comunicación o en las redes sociales, sobre todo, se consiga con no pocas mujeres desconocedoras de cómo manejar su higiene en sus zonas íntimas.
La doctora Pau Zúñiga expuso hace poco en su canal en Youtube diez recomendaciones para mantener una zona íntima sana. Con lo cual se logrará evitar infecciones, irritación, mal olor, entre otros.
Primero aclaró la diferencia entre vulva y vagina. “Cuando hablamos de vulva nos referimos a la parte externa, es decir, los labios mayores e inferiores, el clítoris, la entrada de la vagina y el orificio de la uretra”.
“Cuando hablamos de la vagina, se trata del conducto interno que comunica a la vulva con el cérvix. Este lugar es por donde sale la menstruación, donde salen los bebés durante el parto y donde colocamos la copita menstrual”, explicó Zúñiga.
Tras las diferencias, la especialista precisó un primer dato para la higiene: limpiarse de adelante hacia atrás, pues si es al contrario, “se pueden arrastrar hacia la vulva los gérmenes o bacterias ubicadas en la zona del ano”.
Lo segundo es que “la vagina no se lava” y por ello resulta capital descartar una ducha vaginal. “Ni tampoco se debe introducir jabón, vinagre, ajo o hacer ningún remedio casero para limpiarla”, acotó.
A su juicio, la vagina posee sus propios mecanismos de higiene. “Además, recordemos que allí tenemos una flora vaginal normal, la cual es protectora y nos permite mantener un pH ácido que es necesario para poder defender esta zona de nuestro cuerpo”.
Por su parte, la vulva si es posible limpiarla, mediante agua tibia. “Es innecesario colocar jabones o aceites y sustancias para lavarla”, pues se correría el riesgo de lastimar este espacio sensible, añade.
El punto tres es utilizar ropa interior de algodón, cuyo material es mucho más suave y noble con la piel, al tiempo que permite la transpiración y absorbe la humedad, sostiene la médico, quien desaconseja las licras o tangas, activadoras de la irritación.
La zona íntima “no se perfuma y tampoco se le coloca talco”, de lo contrario resulta uno de los errores más comunes. “Es importe que cada una se familiarice con el olor normal de cada quien, para detectar una alteración en el olor”.
El dato cinco se halla ligado al cuidado al utilizar productos de higiene menstrual, que incluyen las tollas o tampones, los cuales deben cambiarse con la frecuencia correcta. Lo recomendado es cambiarlos cada cuatro horas.
Zúñiga en su punto seis pide no utilizar de forma diaria los protectores, que sí son útiles para los iniciales días y los últimos de la menstruación.
El siete se centra en no automedicarse. “Si presentas mal olor, flujo abundante, picazón, ardor o dolor es imprescindible que acudas a una consulta ginecológica (…) para evitar así complicaciones”.
Orinar antes y después de la relación sexual ocupa el octavo puesto. El nueve es la utilización de preservativos y el diez tiene que ver con la visita por lo menos una vez al año al ginecólogo para una revisión general, indicó la doctora.