Por Ética Prensa
/ Foto La Vanguardia
En mayo de 2022, el director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Qu Dongyu, pidió la transformación de los sistemas agroalimentarios a fin de hacerlos más inclusivos.
Las previsiones de la FAO apuntan a que unas 329. 000 personas experimentarán ámbitos de inseguridad alimentaria catastróficos solamente en Somalia, Sudán del Sur y el Yemen para finales de 2022.
“Los conflictos, la crisis climática, la pandemia, el receso económico y el aumento de los precios de los alimentos han incrementado la vulnerabilidad de las personas y han empujado a cientos de millones de personas más al borde del hambre” en el mundo, enumeró Dongyu en las Naciones Unidas (ONU).
De acuerdo con el informe mundial sobre las crisis alimentarias publicado a principios de mayo 2022, en 2021 unas 193 millones de personas padecían inseguridad alimentaria aguda y necesitaban ayuda urgente en 53 países y territorios.
En este contexto, la FAO requiere 1.500 millones de dólares para ayudar a 50 millones de personas en 2022, esto mediante intervenciones agrícolas urgentes para batallar contra el hambre aguda.
UNA VÍCTIMA CADA 48 SEGUNDOS
Una persona podría estar muriendo por el hambre cada 48 segundos en Etiopía, Kenia y Somalia, según Oxfam Intermón y Save the Children en un informe publicado en mayo de 2022. Cabe destacar que estos territorios sufren una sequía severa.
El trabajo asegura que resultan insuficientes los fondos desembolsados a fin de paliar la emergencia; mientras que otras crisis, entre ellas la de Ucrania, contribuyen a profundizar el progreso del hambre.
El número de humanos que sufren esta calamidad pasó en 2021 de 10 millones a más de 23 millones para mayo de 2022. Mientras que el endeudamiento en estos tres países pasó de 20.700 millones de dólares en 2012 a 65.300 millones en 2020.
«A pesar de que las señales de alerta eran cada vez más claras, la respuesta de los líderes mundiales ha sido lamentable: demasiado tardía y demasiado escasa, dejando a millones de personas en una situación catastrófica. El hambre es un fracaso político», reprochó Franc Cortada, director general de Oxfam Intermón.
POSIBLES SOLUCIONES
Oxfam Intermón y Save the Children piden seguir sus recomendaciones para salvar vidas en esta zona africana. La primera es a los líderes del G7 y el resto de países occidentales, para que otorguen fondos de forma inmediata de 4.400 millones de dólares.
En segundo lugar, debe priorizarse, a su vez, la situación en el Sahel. Más de un tercio de los niños y niñas menores de cinco años en el Sahel central de África corren el riesgo de morir de hambre en 2022.
Los donantes deben garantizar que al menos el 25 % de los fondos vaya a las organizaciones locales que están en primera línea de la respuesta. Asimismo, los gobiernos de Kenia, Etiopía y Somalia deben incrementar la protección social para ayudar a las personas a hacer frente a las diversas crisis.
Los gobiernos de estos países deben declarar más rápidamente las emergencias nacionales, desviar recursos hacia quienes más lo necesitan, e invertir en responder a crisis relacionadas con el clima, reseñó Cope.es.
Otra recomendación es que los países ricos más contaminantes deben compensar a África Oriental por las pérdidas y daños sufridos como consecuencia del cambio climático. También deben condonar la deuda de estos países de 2021-2022.