Por Ética Prensa
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La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) publicó este lunes un informe en el que se prevé una fuerte desaceleración en lo económico en la región. Además, aumentos de la inflación y una lenta e incompleta recuperación de los mercados laborales.
Según el organismo, esto aumentará los ámbitos de pobreza y pobreza extrema. Así, 7,8 millones de personas se sumarían a los 86,4 millones, cuya seguridad alimentaria ya se halla en riesgo. Todo ligado al conflicto entre Rusia y Ucrania.
El secretario Ejecutivo Interino de la Comisión, Mario Cimoli, aseveró que la actual coyuntura no debe ser vista como un fenómeno aislado. Pues sus efectos se combinan con los causados por más de un decenio de crisis acumuladas: la crisis financiera internacional, las tensiones económicas entre Estados Unidos y China, y la pandemia.
Después de la expansión económica observada en 2021 (6,3% de crecimiento del PIB regional), la región alcanzará en 2022 un crecimiento anual promedio de 1,8% (tal como informó la CEPAL el 27 de abril pasado) y tiende a regresar al lento patrón de crecimiento de 2014-2019 (solo 0,3% promedio anual, con la consiguiente caída del PIB por habitante).
OTROS DATOS
Las economías de América Latina y el Caribe comenzaron a experimentar un incremento de la tasa de inflación en 2021. Mientras al cierre de 2021, la inflación anual de la región alcanzó un 6,6%, esa tasa aumentó a 8,1% en abril de 2022, agrega el documento, publicado en el portal de la Cepal.
La incidencia de la pobreza regional alcanzaría un 33,7% (1,6 puntos porcentuales más que el valor proyectado para 2021), mientras que la pobreza extrema alcanzaría un 14,9% (1,1 puntos porcentuales más que en 2021).
“La ruptura de la globalización puede llevar a diferentes configuraciones regionales que determinarán sus políticas con base en objetivos de soberanía en defensa, energía, alimentos y sectores industriales clave, desde los de más alta tecnología hasta algunos de insumos de amplio uso, como los fertilizantes”, reflexionó Cimoli.
Ante esto, “la región no puede continuar actuando de manera fragmentada. Es necesario aumentar el papel de la articulación regional en las respuestas a la crisis: formular e implementar respuestas de América Latina y el Caribe en su conjunto o de sus bloques de integración”, instó.